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8 consejos si buscas ahorrar energía en la elección de tus ventanas

8 consejos si buscas ahorrar energía en la elección de tus ventanas

En lo referente a la eficiencia energética en nuestros hogares, la sustitución de ventanas poco eficientes energéticamente por otras de mejores prestaciones, es una de las actuaciones más fáciles y rápidas de realizar. Además ofrece una mejora en la salud y el confort de los usuarios de las viviendas.

Una ventana con bajo grado de aislamiento térmico provoca un mayor consumo energético: durante el invierno, provocan grandes pérdidas de calor y condensaciones en el interior; durante el verano, permiten la excesiva entrada de radiaciones térmicas en su interior. La energía que pierde una ventana de doble acristalamiento es de 650 kwh al año, y de cristal sencillo 1.000 kwh al año.

Por esta razón, si tienes que cambiar las ventanas, es importante prestar atención a los diferentes elementos de la ventana (vidrio, carpintería del marco, protecciones solares…) para cumplir con la calidad adecuada, evitando las pérdidas de frío y calor, y reduciendo el consumo energético, lo que contribuye a un ahorro en las facturas de calefacción y refrigeración.

La solución es introducir mejoras en la rehabilitación energética en las ventanas de la vivienda. Existen tres alternativas:

– Sustituir únicamente el vidrio.
– Sustituir el vidrio y la carpintería.
– Instalar una segunda ventana independiente.

Conseguiremos estar más cálidos en invierno y más frescos en verano, además de reducir el coste de nuestras facturas y el impacto medioambiental que conlleva.

La cantidad de ahorro energético que se obtiene en el consumo de calefacción y refrigeración está entre un 2% y un 13%. Dependerá de la calidad del vidrio (tipo, espesor de vidrio, espesor de cámara de aire…), de la calidad de la carpintería (tipo de material, buena permeabilidad al aire…), del tipo de apertura (mejor sistema abatible que corredera, infiltraciones menores) y de la calidad de la ejecución (buen sellado entre vidrio-carpintería y carpintería-muro evita infiltraciones).

A la hora de elegir nuevas ventanas, conviene que tengas en cuenta estos factores:

1. Transmisividad del vidrio (U):
La elección de un vidrio doble, con tratamientos especiales (baja emisividad o bajo factor solar) en una de las lunas, es la mejor opción. Obtendrá un valor de U entre 1,8 – 1,1W/m²·K.

2. Factor solar del vidrio (G):
Un valor indicado está en torno a 0,5. Si no se prevé la utilización de sistemas de sombreamiento, como persianas, el factor solar se debe disminuir a un valor de 0,2 a 0,3, además de la aplicación de tratamientos específicos al vidrio, que impliquen una coloración o un efecto espejo.

3. Transmisión luminosa del vidrio (TL):
A medida que se mejora el Factor solar de un vidrio, disminuye la transmisión luminosa o cantidad de luz que deja pasar . Es recomendable utilizar vidrios con una TL de al menos el 60 – 65% en aplicaciones residenciales, así supone poca pérdida de luz natural.

4. Transmitancia térmica de la carpintería (U):
El marco representa el 15 – 30% de la superficie de la ventana. La mejor elección son las carpinterías de aluminio con rotura de puente térmico y PVC. Consiguen un valor de U de entre 2,2 – 2 W/m²·K, e incluso pueden llegar a valores de 1,2 – 1,5 W/m²·K.

5. Clase de permeabilidad del marco:
Para evitar las pérdidas por infiltraciones de aire es recomendable una ventana de hojas batientes u oscilobatientes, en contraposición de una ventana corredera.

6. Sombreamiento de ventanas:
Las protecciones solares reducen la transmisión de caloral interior de la vivienda en los meses cálidos, mejorando el confort térmico y reduciendo el consumo de energía de refrigeración.
Los sistemas de protección solar deben adaptarse al tipo de ventana y al presupuesto:
– Toldos convencionales, toldos extensibles, capotas, toldos tipo cortina…
– Persianas enrollables, venecianas, alicantinas, abatibles, orientables…
– Lamas horizontales o verticales, fijas o móviles.

7. Ventilación según disposición de ventanas:
Siempre que sea posible, se recomienda una distribución de las ventanas entre fachadas de orientaciones opuestas, como Norte y Sur.
Con su apertura provoca una ventilación natural cruzada en el interior de la vivienda, favoreciendo la calidad del aire en los espacios interiores.

8. Orientación de ventanas:
En condiciones de verano, en el hemisferio norte, la mejor orientación para evitar el sobrecalentamiento sería la norte, pero impide la captación solar en invierno. Por esta razón, el estudio anual de la irradiancia a través de acristalamientos lleva a seleccionar la Fachada Sur como orientación óptima durante todo el año.

El coste de la instalación por vivienda dependiendo del tipo de carpintería y de vidrio, y según la calidad de sus componentes tiene una amortización media a partir de 10-15 años desde su instalación.

Por tanto, el ahorro en el gasto energético al año depende de la tipología edificatoria, el tipo y espesor del aislante utilizado, además de la calidad de la ejecución de la obra.

Con un buen acristalamiento, en una zona climática fría, un radiador eléctrico para calefacción y una bomba de calor para refrigeración, se podría conseguir aproximadamente un ahorro en las facturas de 137 hasta 286 euros por año.

 

 
Fuente: www.inarquia.es

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