REQUIEREN POCO MANTENIMIENTO
Una vez instaladas, el mantenimiento de las ventanas de aluminio suele ser mínimo. Sus acabados lacados repelen la suciedad y sus herrajes suelen ser bastante robustos, minimizando así averías por el uso diario.
DURABILIDAD
El proceso de anodizado al que son sometidas las ventanas de aluminio, garantiza una correcta adhesión de la pintura. Se evitan así corrosiones y deformaciones de la perfilería.
SEGURIDAD ANTE INCENDIOS
Las ventanas de aluminio no son inflamables reduciendo así el riesgo de incendios. Además, ante el fuego no desprenden gases nocivos para la salud.
ADAPTABILIDAD
El aluminio permite la adaptación rápida y sencilla a cualquier tipo de obra o necesidad arquitectónica. Por otro lado, las pueden adecuarse a cualquier tipo de grosor de vidrio y tecnología de aislamiento.
MAYOR LUMINOSIDAD Y ESTÉTICA
Por norma general las ventanas de aluminio suelen ser más estrechas, permitiendo un mayor aprovechamiento del espacio y aumentando la luminosidad de los espacios.
Por otro lado, su amplia gama de colores y acabados, suelen permitir casi cualquier combinación estética, convirtiendo a la ventana en un elemento más de la decoración e interiorismo.
fuente: climalit.es/blog/
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